Ingredientes:
125 gr. de harina de trigo
2 huevos
100 gr. de azúcar moreno
7 gr. de levadura química
3 manzanas pequeñas (yo utilicé manzanas de la variedad Royal Gala)
50 gr. de nueces
1 cucharadita de canela
50 ml de kéfir de cabra
25 gr de mantequilla sin lactosa
25 ml de aceite de oliva virgen extra (se puede utilizar aceite suave de oliva, depende de la intensidad que queremos aplicar en el sabor)
Ralladura de naranja
1 pizca de sal
En un bol batimos los huevos con el azúcar, una vez bien mezclado añadimos la ralladura de naranja.
A continuación, calentamos la mantequilla para hacerla líquida. Incorporamos a la mezcla anterior del bol la mantequilla líquida, el aceite y la sal y batimos bien a fin de que no haya grumos.
En otro bol mezclamos la harina junto con la levadura y lo añadimos al bol anterior junto con el kéfir, batimos hasta que quede uniforme la crema.
Dejamos reposar la mezcla unos 15 minutos.
Mientras pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en láminas no muy finas y les echamos unas gotas de limón para que no se oxiden. Por otro lado troceamos las nueces. En un recipiente ponemos las láminas de manzana, los trocitos de nueces y la canela, removemos bien para que los ingredientes se impregnen de la canela.
Precalentamos el horno a 200 grados. Untamos el molde con mantequilla y añadimos la crema de bizcocho.
Una vez extendida la crema sobre el molde, vamos introduciendo en ella cuidadosamente las láminas de manzana y las nueces pero sin enviarlas del todo al fondo.
Metemos el molde en el horno a media altura y horneamos durante 40-50 minutos. Recordad que mi horno es eléctrico y un poco lento, por eso la mejor técnica para saber cómo va el bizcocho es la "técnica del palillo", transcurridos unos 40 minutos yo hundí el palillo para ver si no salía con masa cruda y lo mantuve un poco más en el horno.
Una vez hecho dejamos enfriar, ya está listo. ¡Feliz desayuno...o merienda!
Aquí tenéis fotos de la obra...